Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una alteración heterogénea, que afecta a 5-10% de mujeres en edad reproductiva. El SOP puede ser diagnosticado mediante la presencia de una o más de las siguientes condiciones: oligomenorrea o amenorrea asociada con una disminución de la ovulación, hiperandrogenemia o hallazgos clínicos de exceso de andrógenos, ecografía ovárica anormal con presencia de > 12 folículos en cada ovario o bien un diámetro de 2-9mm o aumento del tamaño de los ovarios, e incremento de LH con aumento del ratio LH/FSH.
El SOP está muy relacionado con la presencia de grasa abdominal, el sobrepeso y la obesidad, la dislipemia y la resistencia a la insulina. Esta última se produce cuando las células de los músculos, las células grasas y las células del hígado no responden bien a la acción de la insulina y no pueden absorber el azúcar de la sangre; de manera que esta sigue siendo elevada y muy difícil de controlar.
La bibliografía actual sugiere que la clave está en ajustar el aporte de macronutrientes de la dieta, reduciendo las grasas por debajo del 30% del total calórico, con una baja proporción de grasas saturadas. El fraccionamiento de las ingestas en varias tomas a lo largo de día es una herramienta efectiva para controlar el apetito y reducir la ingesta de alimentos con índice glucémico bajo o muy ricos en azúcar, que empeorarían la resistencia a la insulina y generarían mayor ganancia de peso.
El tratamiento dietético personalizado, de la mano de un profesional dietista-nutricionista, con la adecuación de la actividad física oportuna, ha demostrado ser efectivo, mejorando las funciones endocrinas, las funciones reproductivas y reduciendo el riesgo cardiovascular. La modificación de los hábitos alimentarios y el estilo de vida, han demostrado ser efectivos en el control del SOP incluso sin acompañarse de una pérdida de peso.
El uso de fármacos para mejorar la resistencia a la insulina y/o perder peso están justificados durante un corto período de tiempo y han demostrado ser mucho más beneficiosos con la combinación de tratamiento dietético. La adaptación y personalización de la alimentación, con una reeducación de los hábitos alimentarios es clave para reducir la grasa abdominal, mejorar la resistencia a la insulina y hacer un adecuado manejo del SOP.
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